20 de junio de 2007

Holes, la maldición de los hoyos

Siguiendo con mi obligado visionamiento de películas para contar aquí, hoy le ha tocado el turno a Holes, de Andrew Davis. Como siempre que puedo, he visto la película sin saber absolutamente nada de ella, ni el argumento, ni los actores, ni críticas, ni nada parecido, lo cual es muy bueno porque no vas con una idea prefijada de lo buena o mala que pueda ser (aunque también te puedes llevar sorpresas, ya que con este título me esperaba una de terror).

La primera impresión cuando empiezas a verla sería que es un tragedión como los que hacían en antena tres después de comer: un chico que es acusado injustamente y es llevado a un campo de trabajo con otros delincuentes juveniles y le hacen cosas malas. Por suerte, enseguida ves que no va a ser tan dura al ver el logo de Disney en los créditos del principio (que asegura que será moñas, pero sin caidas de jabon en las duchas ni contagios de SIDA).

Bueno, como decía, a Stanley Yelnats le acusan de robar unas zapatillas de un famoso baloncestista y el juez le da a elegir entre la carcel y el campamento para jóvenes difíciles "El Lago Verde". Extrañamente elige el campamento. Al llegar se encuentra con una ruina de casas de madera en un desierto totalmente lleno de agujeros, con unos cuidadores duros y unos compañeros peores. Al ingresar le explican que la forma de reeducarles para que vuelvan a la sociedad como personas es moldear su personalidad haciendo agujeros. Como pasa siempre en estas películas (da igual que sea una carcel, un instituto o un equipo de beisbol) acaba por integrarse en el grupo haciendose amigo del más raro y luchando contra los malos, cuya cabecilla es Sigourney Weaver. La película alterna la época presente con la historia de la familia de Stanley, en la que explican la maldición que sufren todos los hombres Yelnats y su conexión con los hechos ocurridos en el campamento.

Es una película sin grandes pretensiones. A los cinco minutos de empezar a verla ya sabes perfectamente como va a acabar y adivinas que la razon de que caven hoyos no es forzar el carácter, sino encontrar algo (no destripo más que, con la poca chicha que tiene el argumento, no es plan contarla entera).

Como curiosidad acabo de ver en la wikipedia que esta basada en un exitoso libro juvenil de Louis Sachar (si algún día tengo tiempo ya me lo leeré y os lo cuento).

En definitiva, el argumento es bastante simplillo, pero se deja ver bastante bien (sobre todo para el día que te toque ver algo con los crios o estes de super-resaca). Como nota, un 6.

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